Seguro que te suena la pirámide de la imagen. Estas pirámides alimentarias representan la cantidad que se debería de consumir de cada grupo de alimentos. Sirven como una herramienta sencilla y muy visual que ayuda a educar a la población facilitándoles una pequeña guía. A lo largo de los años se han ido modificando las recomendaciones representadas. Sin embargo, pese a los cambios realizados, creo que a día de hoy esta representación pictográfica sigue estando muy desactualizada, y no representa correctamente las recomendaciones actuales pactadas por la Sociedad Española de Nutrición (SEN).
Algunos errores de la pirámide de alimentos
- Para empezar, vemos que según esta pirámide, nuestra alimentación debería estar basada en hidratos de carbono y harinas blancas como el pan, el arroz blanco o la pasta. Sin embargo, esto dista mucho de lo que los nutricionistas consideramos una adecuada alimentación, pues la base de una alimentación saludable debería estar protagonizada por frutas, hortalizas y verduras. Por otra parte, se debería incluir la recomendación de que los cereales y harinas que se consuman sean en su mayoría integrales. De esta manera, aportaremos un mayor beneficio que si los consumimos blancos o refinados: aportamos más fibra, la carga glucémica será menor haciendo que aumente menos la insulina en sangre, aumenta la saciedad durante más tiempo, mejora el tránsito intestinal…
- El segundo error sería incluir en el mismo escalón todas las proteínas animales. Me explico: no es lo mismo ni aporta lo mismo una porción de pescado azul que una porción de embutido. Por ello, es necesario especificar qué tipo de alimentos y con qué frecuencia se deben tomar. Según las ultimas recomendaciones acordadas por la Agencia Española de Seguridad y Nutrición (AESAN) hay que priorizar el consumo de legumbres, carne blanca, pescado blanco y pescado azul como principales fuentes proteicas; seguidos de un consumo moderado u ocasional de las carnes rojas y reducir el consumo de carnes procesadas y embutidos.
- Por otra parte, es importante que tengas en cuenta las raciones recomendadas de cada alimento, es decir, los lácteos, los frutos secos o las grasas insaturadas como el aceite de oliva virgen extra se deben consumir de forma diaria, pero en raciones pequeñas. Por eso, otro error en la pirámide alimentaria actual, es que no se especifican las raciones y porciones diarias recomendadas de cada grupo de alimentos.
- Y por último, y esto es tan solo mi humilde opinión, creo que no se debería incluir ciertos alimentos en estas pirámides (como los productos procesados, margarina, embutidos…). ¡Ojo! Con esto no quiero decir que no se puedan consumir, pero creo que ponerlas como posible opción puede generar dudas a la hora de priorizar ciertos alimentos. Por ello, creo que sería mucho más interesante promover el consumo de productos elaborados de forma casera, chocolates de buena calidad, dulces como la miel o los dátiles antes que productos procesados y de peor calidad, dado que en muchas ocasiones abusamos excesivamente de ellos sin ni si quiera ser conscientes de ello.
Aquí te dejo mi versión «mejorada» de la clásica pirámide alimentaria.
Recuerda que la base de una alimentación saludable debe consistir en el consumo de frutas y verduras, cereales y harinas integrales; legumbres y proteínas de buena calidad como la carne blanca, el pescado o los huevos; grasas saludables y buenas opciones de lácteos. Sin olvidarte tampoco de la importancia de unos buenos hábitos de vida como una buena hidratación, la exposición al sol y al aire libre, actividad y el ejercicio físico diario, y garantizar un buen descanso (al menos 8 horas de sueño).
Espero haberte ayudado a comprender mejor lo que es una alimentación saludable y la importancia de cuestionarse siempre las cosas. Ojalá que esta herramienta te sirva para organizarte mejor en el día a día y saber escoger de forma adecuada los alimentos que consumes.
¡Nos vemos el mes que viene con nuevo material!
